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El proyecto inicial en que habíamos trabajado Karen y yo estaba enfocado en ofrecer un espacio de relajo, versátil, que trasmita confianza y comodidad; acompañado de un producto bebestible que potenciara esta experiencia. Pero luego de realizar una experiencia relacionada con este producto bebestible, donde nuestros compañeros probaron distintos sabores mezclados con su café, llegamos a la conclusión de que deberíamos enfocar nuestro proyecto 100% es este producto, más que en ofrecer un espacio de relajo y confianza.

Si bien teníamos una idea semidesarrollada con Karen, fue necesario replantearnos todo. Desde repasar nuevamente la investigación realizada meses antes, revisar los objetivos planteados, hasta (claro está) cambiar la forma.



Ahora: ¿Cuál es nuestro proyecto?
Ofreceremos una instancia de relajo y confianza, donde los usuarios podrán compartir en torno a un café. El usuario podrá elegir qué café quiere, pero saliéndose de los sabores comunes. En nuestro Happy Hour IDP el usuario podrá mezclar sabores a su justo para así generar nuevas sensaciones.

A partir de eso desarrollaremos el espacio donde se servirá el café y los nuevos sabores, la relación que se generará entre usuario-producto, forma de tomar el café, etc. Todo esto enfocado en una investigación previa y los resultados de la experiencia realizada en taller.


En lo personal, este nuevo proyecto me parece mucho más interesante que el anterior, ya que nunca se había visto y también porque (luego de nuestra prueba) nos dimos cuenta de que realmente se generan espacios agradables, dejando de lado la rutina diaria y al usuario realmente le interesa personalizar su café.

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